La mayoría de los trabajadores en algún punto han llegado a ese momento donde quieren mejorar su productividad de forma desesperada. Puede ser porque desean un ascenso, o simplemente aspiran continuar su avance profesional y anhelan hacerlo a toda costa.
Existen varios métodos para potenciar el crecimiento a nivel laboral y así poder disponer de un currículum que asombre a cualquiera. No solo eso, sino tener por seguro resaltar dentro de la carrera que estudiaron y ganarse un renombre.
Sin embargo, sin un poco de conocimiento sobre cómo funciona el cuerpo humano y qué camino realmente vale la pena tomar, se puede crear confusión y creer que una filosofía tan sencilla como imponer rutinas exageradas puede llegar a ser la solución. Nada más lejos de la realidad.
Para poder seguir avanzando y tener mayor productividad en el ámbito laboral, ciertamente hay que exigirse mucho y estructurar bien las actividades diarias, pero el descanso sigue siendo un punto innegociable dentro de este proyecto.
Aquí te explicaremos un poco más de por qué priorizar el tiempo de relajación:
Burnout es un término que se refiere a un estado en donde un trabajador llega a su límite al exigirse demasiado y por ende presenta síntomas de estrés, fatiga e incluso puede llegar a afectar el autoestima que tiene de sí mismo respecto a su desempeño laboral.
Es sumamente peligroso llegar a este punto, ya que nuestro rendimiento bajará de forma exagerada debido al nivel de cansancio que manejamos. Poco a poco iremos reduciendo nuestra capacidad de soportar responsabilidades dentro de nuestro espacio laboral.
Pero eso no es lo que más preocupa de sentirnos de esta forma, sino que afectando también nuestra forma de pensar, nos pone en riesgo de tomar decisiones impulsivas, como podría ser renunciar o desarrollar malas relaciones con nuestros compañeros de trabajo.
Habiendo leído esto, ¿aún crees que lo mejor sería exigir hasta el límite? Cada quien conoce su cuerpo y debe concientizar cuánto es lo más que podemos pedirnos sin llegar a este punto. Ese sería el objetivo principal que debemos desarrollar.
Es una locura de solo pensarlo, pero cuando estamos obsesionados con una meta, podemos llegar a tomar decisiones drásticas.
El problema es que las vacaciones están diseñadas para que nuestro cuerpo y sobre todo nuestra mente pueda descansar de la carga laboral que acumulamos durante todo el año.
Hay que recordar que el descanso es ese momento donde nuestro cerebro tiene espacio para organizar y estructurar toda esa información que hemos venido depositando. Sin el espacio de reposo, nunca podremos ver una mejoría en nuestra capacidad de resolución de problemas.
Pero ese es solo un aspecto. Hay que tener en mente también el impacto nocivo que puede tener una decisión como esta dentro de nuestra ámbito familiar. Sin vacaciones, no tenemos espacio para disfrutar con quienes compartimos nuestra vida, poniendo en riesgo la salud de estos lazos y pudiendo traer consecuencias graves.
Es necesario recordar que ninguna meta puede ser más importante que nuestro presente y la estabilidad de aquellos factores que constituyen nuestro equilibrio emocional.
Ya hablamos de la parte negativa de no tomar un break. Ahora desarrollemos un poco el por qué debes hacerlo:
Estudios han probado que tomar descansos dentro de tu horario laboral puede mejorar tu rendimiento. Claro, no estamos hablando de que trabajes veinte minutos y luego te tomes una siesta por dos horas.
Sin embargo, disponer de períodos de descanso cortos dentro de tu rutina diaria, puede crear un estado mental favorable para mejorar tu desempeño.
Es cuestión de parar luego de una larga jornada de trabajo e intentar de relajarte lo más posible. Puedes simplemente recostarte en algún sofá cómodo que haya a tu alrededor, o sentarte en tu silla y meditar por un tiempo.
El correcto descanso y disposición de tiempo para vacacionar, asegura que el ambiente de trabajo se despeje y cada individuo pueda tener la debida estabilidad emocional.
Cada uno de los trabajadores podrá sentirse a gusto con la compañía y valorar los aspectos positivos que esta trae para su vida.
Esto influye en un aumento drástico de las posibilidades de que cada empleado decida mantenerse de forma estable en el trabajo. Lo cual ayuda a que podamos sentirnos familiarizados con el lugar a donde vamos a día a día a asumir distintas responsabilidades.
La introducción de distintos períodos de descanso en nuestro calendario, le permite a nuestro cerebro procesar cada vez la información que recibe y así mejorar nuestra capacidad de ser eficaces en el trabajo.
Poco a poco vamos construyendo costumbres que nos permiten ahorrar el tiempo que nos toma cada una de nuestras responsabilidades. El estado de tranquilidad que nos trae el debido reposo, da lugar a mejorar la praxis cuando nos toca sumirnos en la presión de trabajar.