LinkedIn es una plataforma de trabajo esencial para poder conectar tanto a quienes buscan empleo como a quienes necesitan candidatos para llenar vacantes.
Se podría decir que es una forma de resumir en gran parte, la laboriosa misión de buscar una empresa que te dé la oportunidad de producir un sustento económico para ti y tu familia.
Pero a pesar de que hoy en día la tecnología nos facilita muchas veces las actividades que necesitamos realizar, aún se necesita un mínimo de esfuerzo de nuestra parte y también conocimiento, para no quedar varados a la deriva. Y qué mejor forma de ponerlo, ya que tanto el internet, como LinkedIn es un mar constituido por millones de personas que como tú, buscan encontrar una gran oportunidad laboral.
Entonces, si hay tanta competencia dentro de este servicio en línea, ¿cómo puedo asegurarme de tener éxito?
La respuesta está en tu perfil. Obviamente no todos los perfiles son iguales y esa diferenciación es la que permite al empleador discernir entre un buen candidato y alguien que no llenaría bien la posición disponible.
Para poder ser de los afortunados que les llegan solicitudes, podrías continuar leyendo y revisar los consejos que ponemos a tu disposición:
Subir una foto que hablé por ti, es un gran comienzo. Pero hay que tener cuidado cuando interpretamos una “buena foto”. La idea aquí no es que sea una foto pensada para redes sociales como Instagram o Facebook.
Dado el contexto, buscamos que la foto pueda transmitir una esencia ideal para el puesto de trabajo que buscas. Esto va a variar mucho dependiendo de tu profesión.
Por ejemplo, la foto de perfil de un tatuador, no será la misma que la de un psicólogo.
Si es posible para ti, contacta a un fotógrafo, que se asegure de que cuentes con una cámara de buena calidad y también con el ángulo y fondo perfecto para tu situación.
Lo normal sería una foto frontal, en donde no se te note ni muy serio (no queremos intimidar a nuestro empleador), pero tampoco muy informal, ya que queremos transmitir que somos profesionales dispuestos a cumplir con nuestro trabajo.
Parece mucho trabajo para una simple foto, pero una portada tomada en la sala de tu hogar, con un celular, demuestra poco esfuerzo y transmite una pésima primera impresión.
Ya con el primer punto de este artículo habremos probablemente logrado captar la imagen de varias personas, lo cual era el objetivo. Pero hasta ahí, solo hemos logrado eso.
Luego, esta persona revisará la información de nuestro perfil y con ello conocerá nuestro nivel de estudio, habilidades, qué podemos aportar a la empresa, nuestra forma de redactar y por ende comunicarnos con los demás, etc.
Aquí es donde realmente nos aseguramos de que haya una entrevista que nos asegure un futuro empleo. Por lo cual, debemos hacer un resumen de al menos 100 palabras sobre quiénes somos, nuestras metas, habilidades y estudios.
LinkedIn funciona similar a Google, en donde existen palabras o etiquetas que ayudan a enlazar al usuario que busca candidatos con su perfil. La plataforma te sugiere estas palabras de acorde desarrollas tu descripción.
Sin embargo, sería positivo hacer una búsqueda en internet y ver qué palabras benefician tu nicho. Si eres un programador web, por ejemplo, podrías escribir algo similar a “Desarrollador Web, interesado en trabajar en la elaboración de contenido en la red. Especializado en lenguajes como Java, CCS, Python.”
Un error que podemos cometer por ignorancia, es desempeñarnos en nuestras primeras tareas o trabajos de forma pobre. Cuando estamos iniciando, es justamente donde tenemos que dar el todo por el todo.
Las reseñas, relaciones laborales y oportunidades que obtenemos son invaluables.
Una vez tenemos ya una impresión marcada en varios empleadores, podemos subir su opinión respecto a nuestro trabajo, así como la actividad que elaboramos para que pueda hablar sobre nuestras capacidades.
Es una forma que tiene nuestro futuro empleador de saber sin siquiera haber contratado, de qué somos capaces.
Es similar a la forma en que compramos nuestros productos por internet. Primero, visualizamos todas las fotos disponibles del producto que queremos adquirir (así como en el primer punto de este artículo).
Luego, leemos la descripción que el vendedor nos da del artículo. Verificamos que con sus palabras nos de conocimiento sobre su funcionamiento y calidad.
Por último, pasamos a revisar cuántas ventas ha concretado el vendedor y la opinión que han dejado con anterioridad.
Si habiendo hecho estos tres pasos, nos sentimos seguros, hacemos la compra sintiéndonos cómodos al saber que toda esta información nos indica que el vendedor es una persona íntegra con años de experiencia.
En nuestro caso, el empleador sabrá que podemos desempeñarnos de forma apropiada para las actividades que nos delegue.